Qué podemos aprender de Zoom


Qué podemos aprender de Zoom

 


 

 
Zoom es una empresa de servicios que ha aumentado en gran medida la cantidad de usuarios y clientes que posee, como consecuencia de la cuarentena que ha debido realizar buena parte de la población mundial, producto de la epidemia provocada por el COVID-19, o Coronavirus.

De 10 millones de usuarios activos que poseía en diciembre de 2019, Zoom alcanzó los 200 millones de usuarios durante el primer trimestre de 2020.

Pero, ¿Por qué si existen tantas opciones de servicios para videoconferencias y reuniones a distancia, Zoom logró destacar por encima del resto?

Un cuento de hadas y una película de terror

La raíz de su éxito se debe principalmente a su sencillez de uso. A través de un link generado por el anfitrión de una reunión, cualquier persona en el mundo, con poco o muchos conocimientos sobre informática o dispositivos móviles, puede encontrarse en un encuentro virtual con sus familiares, amigos, o compañeros de trabajo.

Sin embargo, no todas son buenas noticias para Zoom, puesto que el abrumador aumento en el uso de sus servicios dejó al descubierto múltiples problemas y fallas. Como por ejemplo: No lograr impedir la introducción de un malware que logra apoderarse de las cámaras web de los usuarios. También están los falsos usuarios que se dedican a interrumpir reuniones y transmitir contenido vulgar, pornográfico y fuera de lugar. El grupo de intrusiones a los usuarios de Zoom ha sido bautizado con el nombre de Zoombombing.

Y es que, de acuerdo al NewYork Times, la privacidad de las personas se está convirtiendo en una de las víctimas silenciosas del COVID-19.

Inclusive, el reconocido portal Business Insider ha compartido una Nota de Prensa donde descubre las tácticas de piratas informáticos para vender los datos personales de miles de usuarios de Zoom, así como los procedimientos para irrumpir en la aplicación de videoconferencias, cobrando montos que alcanzan hasta los 500.000 euros.

Ante esto, Zoom se encuentra caminando sobre dos aceras muy distintas. Por un lado, goza del mejor momento en su historia empresarial, en alcance de usuarios y horas de dedicación a la aplicación. Por otra, sufre los ataques de piratas informáticos que afectan diariamente la privacidad y confidencialidad de las personas y organizaciones que utilizan Zoom.

Sobre su experiencia reciente, podemos aprender lo siguiente:

El éxito repentino también puede ser un problema

Todos queremos tener éxito. No existe ningún profesional, emprendedor, organización y movimiento social que no quiera ver cumplidos sus objetivos, metas y sueños.

No obstante, es importante comprender que, de alcanzar el éxito de la noche a la mañana, no todo será color de rosas. Al contrario, cuando nuestra estructura no está preparada para recibir cientos, miles o millones de nuevos clientes, miembros o usuarios en pocas semanas, será mayor la cantidad de retos y problemas operacionales que debemos resolver, que el tiempo disponible para gozar del nuevo reconocimiento.

Por supuesto, esto no significa que la organización, emprendedor o movimiento social no esté en la capacidad de corregir y superar el impacto inicial.

Los usuarios deben dedicar más tiempo a proteger sus datos


No es sencillo para una empresa crecer de 10 millones usuarios a 200 millones en tres meses. Por tanto, como consumidores del servicios podemos entender que, hasta cierto punto, Zoom esté enfrentando una cantidad de problemas técnicos, como consecuencia del increíble aumento en el uso de sus servicios.

Más allá de la responsabilidad de la empresa sobre la vulnerabilidad que sufre su infraestructura ante los continuos ataques de piratas informáticos, como usuarios responsables, existe una serie de medidas que podemos tomar para proteger nuestros datos personales. Entre los que destaco:

  • Crear un correo electrónico de uso exclusivo para crear perfiles en aplicaciones de videoconferencias.
  • Evitar compartir información personal o secreta durante las reuniones virtuales.
  • Evitar sostener encuentros virtuales conectados a una red Wi-Fi de uso público o en lugares públicos.
  • Realizar tutoriales o cursos de capacitación sobre el uso correcto de Zoom y otras aplicaciones antes de registrarse.

En internet, nuestros datos personales son un tesoro que muchos aspiran tener. Por ende, tenemos el deber de resguardar nuestra información.

Hay que adaptarse para crecer

Zoom está reforzando sus herramientas de seguridad. Dentro de todo el reto que supone ajustar su equipo e infraestructura para atender de manera satisfactoria más de 200 millones de usuarios, los problemas de seguridad se han convertido en su principal prioridad.

Por supuesto, resolver la invasión de ataques no será sencillo ni se logrará en una sola semana, pero no por ello, Zoom debe desistir.

Adaptarse toma tiempo, y cambiar no es un asunto sencillo. Sin embargo, es necesario para aumentar la productividad y calidad de las acciones que ofrece una organización, o que ofrecemos como profesionales.

Conclusiones generales

Los servicios de videollamadas seguirán creciendo durante el resto del año, y probablemente durante 2021. Por ende, la solución para resguardar la privacidad de nuestra información no está en cesar el uso de este tipo de servicio.

El secreto para optimizar el uso de Zoom es el siguiente: Así como las organizaciones están invirtiendo tiempo en enseñar a sus equipos sobre cómo utilizar este tipo de aplicaciones, también debe invertir el tiempo necesario para enseñar y compartir como proteger datos de domicilio, cuentas bancarias y correos electrónicos en la red.

El mundo está en medio de proceso de adaptación y cambio. Hagamos nuestra parte para que ese cambio logre ser positivo en todos los sentidos.


Michael J. Maza


 


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