Entrevista a Michael J. Maza (14-03-19)
Entrevista a Michael J. Maza
Realizada el 14-03-19, por la revista digital Entre Letras
Nuestra entrevista con Michael
Maza comenzó con una confesión: “Mi arribo al oficio de la escritura fue por
pura casualidad.”
Una casualidad que ha llevado al
joven venezolano de veinticinco años de edad, a publicar dos libros entre 2017
y 2018: ¡Hágase un líder!, sobre
liderazgo, y Cristales Rotos, novela
de ficción cuyos sucesos se desarrollan dentro de la crisis política y
económica que afronta Venezuela actualmente.
Aquí está el resultado de una
larga conversación que sostuvimos con el joven Maza.
Comencemos con una pregunta básica: ¿Cómo te iniciaste en el mundo de
la literatura?
Mi arribo al oficio de la
escritura fue por pura casualidad. A finales de 2016, tuve la idea de preparar
una conferencia sobre liderazgo, donde tuviera oportunidad de compartir
herramientas que faciliten y mejoren el desempeño de cualquier líder.
Para poner en orden mis ideas –y
para no olvidar nada del contenido- decidí plasmar en papel la estructura de la
conferencia. Fue así como escribí las primeras diez páginas de lo que se
convertiría en ¡Hágase un líder!
¿Y cómo decidiste saltar de dictar una conferencia a escribir un libro?
Pasé varias semanas escribiendo
la estructura de la conferencia. No pasó mucho tiempo hasta que trabajar en
ello fuera una de mis partes favoritas del día. Cuando me di cuenta, tenía
cerca de 80 páginas repletas de contenido. Admito que en ese instante lo primer
que se me ocurrió fue no hacer una sola conferencia, sino un ciclo de
seminarios donde pudiera exponer todo lo que estaba escribiendo. Pero luego de
pensarlo bastante, me dije: ¿Por qué no hacer un libro?, así la gente se podrá
llevar la totalidad del material a su casa, y podrá acudir al manuscrito
siempre que lo crea conveniente.
¡Hágase un líder! tiene un ingrediente especial: es el primer libro
publicado en la historia que combina liderazgo y budismo. ¿Crees que allí
reside la clave de su éxito?
Pienso que la buena acogida del
libro se debe a que su contenido es productivo. Si pones en práctica lo que
allí está escrito, como líder obtendrás excelentes resultados. Sin duda,
mejorarás tu desempeño.
De acuerdo. Pero ese toque inédito debe darle atractivo.
Seguro que sí. Ahora, no fue que
usé el budismo como vía para fomentar el desarrollo de grandes líderes sólo
porque nadie había mezclado ambas cosas antes. Acudí a esa fuente de
conocimiento porque en base a mi experiencia y a lo que he estudiado, sé que hacer
uso de ella realmente genera resultados y produce cambios, tanto dentro de
nosotros como en nuestro entorno.
¿Por qué pasar de un publicar un libro de desarrollo personal a
escribir una novela de ficción?
Una vez que ¡Hágase un líder!
comenzó a tener una buena acogida en el mercado, y quedó demostrado que soy
decente en esto de escribir, tuve que preguntarme qué vendría a continuación. No
estaba seguro de cómo proseguir, pero una cosa estaba bastante clara: no quería
quedarme encasillado en un solo género. Me dije: Bueno Michael, ya que nunca
soñaste con ser escritor de un género en particular -o de ser escritor en
general, venga al caso- puedes arriesgarte a intentar algo diferente a tu
primera publicación.
Mientras pensaba en esto,
Venezuela seguía sumiéndose en una horrible crisis económica y política que
perdura hasta la actualidad. La calidad de vida de los venezolanos se fue al traste.
Hiperinflación, inseguridad, falta de oportunidades, deterioro de los servicios
básicos. Día tras día sufrimos más y más las consecuencias de veinte años de
malas decisiones, tomadas por una camarilla aferrada al poder. Miles de
venezolanos emigran, mientras que otros miles pierden la vida por el hambre y la
falta de medicamentos. Los intentos por cambiar las cosas han sido brutalmente
reprimidos por las fuerzas del Estado a base de plomo, de bala. La situación,
crítica, despiadada y cruel, no tiene compasión con nadie. Así que decidí
escribir sobre ello, sobre cómo un grupo de jóvenes se esfuerza por construirse
un futuro entre tanto dolor, entre tanta muerte. No fue nada sencillo, porque
escribir sobre la crisis de Venezuela es escribir sobre lo que tu familia, tus
amigos y tú mismo han padecido por largo tiempo.
Marco Antonio Marqués, el protagonista de Cristales Rotos, tiene una
similitud contigo: ambos son escritores. ¿Dirías que la obra está basada en tu
vida?
No, Cristales Rotos no es una
autobiografía. Marco Antonio es escritor porque quise darle una profesión un
tanto diferente a los oficios que se ejercen con mayor regularidad en la Venezuela
actual. También me pareció que ser escritor encajaba bien con su personalidad,
con su manera de ser.
Si Cristales Rotos no es una autobiografía, ¿Qué es?
Veo la novela como una ventana
para el lector, como una forma de entender lo que ocurre en Venezuela y lo que
sufren sus ciudadanos; en el caso particular de Cristales Rotos, la historia se
centra en el padecimiento de los jóvenes de clase media, que son el núcleo
central de la obra.
Las críticas de la novela han sido todas positivas, y los lectores de
habla hispana la han recibido con los brazos abiertos. ¿A qué adjudicas su
éxito?
Al hecho de que es una historia
honesta, que ejemplifica algunas de las cosas que los venezolanos hemos tenido
que soportar, y de qué hemos estado luchando para superar definitivamente esta
tragedia. Creo que si en Cristales Rotos hubiera exageraciones o falsos testimonios,
no tendría la recepción que tiene. Mi intención siempre fue demostrar a los lectores
cómo los ciudadanos de Venezuela lidian con la crisis, con la separación de la
familia, con la destrucción de sus ahorros y del poder adquisitivo, con la
imposibilidad de tener un día de paz, de poder planificar a futuro, y con la
represión estatal.
Venezuela padece la peor hiperinflación que se ha registrado en la
historia de América, se estima que más de tres millones de venezolanos han
emigrado a otros países, huyendo del hambre y la delincuencia que los azota. Caracas,
la capital, tiene varios años liderando el ranking de las ciudades más
peligrosas del mundo. Todo esto y más provocado por una dictadura que
encarcela, tortura y asesina a quienes disienten. ¿No te preocupa que la
dictadura vaya tras de ti, por el hecho de haber puesto sobre expuesto sobre el
papel parte de la crisis que han provocado?
Lo complicado de Cristales Rotos
no fue escribirlo, ni editarlo, fue decidir si podía publicarlo o no, porque desde
que estuvo terminado el primer borrador, tanto mi persona como el círculo que
me rodea tuvimos claro que publicar era un riesgo para mi libertad, para mi
vida. Que tan sólo por escribir verdades podrían perseguirme, encarcelarme, o
peor.
Y aun así lo hiciste.
Sí, no podía autocensurarme, eso
hubiera sido una victoria para quienes provocaron la crisis.
Aunque el riesgo está allí, no te has ido de Venezuela.
No, continúo viviendo en la
ciudad donde nací y crecí, haciendo lo que puedo para proseguir con mi carrera,
y para ayudar a mi país.
Pero insisto, muchos escritores y figuras de letras venezolanas que
disienten de la dictadura, como Ibéyise Pacheco, han tenido que exiliarse, que
irse del país, huyendo de las amenazas del régimen. ¿No crees tú que mientras
más éxito tenga Cristales Rotos, particularmente en el exterior, mayor será el
peligro que corras?
Tal vez. Si vemos cómo ha actuado
el grupo que controla las armas del Estado durante los últimos años, veremos
que los ataques contra los que buscan un país libre son cada vez peores. Sé que
el riesgo ha estado allí desde el primer día. No solo para mí, sino para todos
aquellos que no están de acuerdo con la hiperinflación, con la falta de
oportunidades, con la inseguridad y con la escases de medicinas y alimentos. ¡En
Venezuela hay personas que están presas por haber escrito un tweet!, pero no
podía dejar de publicar, porque jamás he pensado en censurar lo que escribo por
iniciativa propia.
Además de ser escritor, fundaste Retro Marketing, una agencia de
marketing digital. La web ha sido tu principal medio de difusión, tanto para
promocionar tus obras como para venderlas. ¿Dirías que los libros en físico
están desapareciendo?
No lo creo, pienso que las ventas
de los libros en físico disminuirán –que ya lo han hecho-, pero no desaparecerá
por completo. A millones de personas les gusta sentir el papel entre sus manos,
no les agrada leer en la pantalla de una Tablet o de un teléfono. Tampoco
considero que una forma deba hacer desaparecer a la otra. Lo digital y lo
físico pueden complementarse sin problema, ya que cada una tiene su cuota del
mercado.
Lo que sí ha ocurrido es un cambio
en las vías de publicación. Si lo quiere, un autor puede prescindir del apoyo
de una editorial y publicar su libro en internet por cuenta propia. Ahí está el
corazón del auge de los libros electrónicos, porque si vemos las cifras de
portales como Amazon, veremos que las ventas de libros autopublicados son
mayores que la de los manuscritos que las editoriales tradicionales publican.
Eres muy activo en las redes sociales. En tu cuenta de Instagram, por
ejemplo, tuviste la iniciativa de publicar “versos para dedicar”, pequeños
poemas que publicas y compartes de tanto en tanto.
La intención de Versos para
dedicar es regalarle a la gente pequeñas expresiones que puedan obsequiarle a
sus parejas, a sus familiares y amigos, o que puedan disfrutar ellos mismos,
porque un verso sobre amor, sobre superación personal o sobre amistad, puede
alegrar a cualquiera, puede darles ánimos, puede sacarle una sonrisa.
Y todo a través de las redes sociales.
Sí, las redes sociales son un
excelente puente para conectar con los lectores, para estrechar lazos. Versos
para dedicar nació para eso, para compartir. No me considero un poeta, ni
pretendo competir en concursos de poesía, sólo quiero tener consistencia con
los lectores, con mis amigos, quiero darles algo positivo. Más adelante
ampliaremos los motivos de los versos, publicaré también sobre otros temas, que
vayan más allá del amor.
¿Qué mensaje puedes darles a aquellos que quisieran dedicarse a
escribir?
Que lo hagan, pero que entiendan
que detrás de la imagen romántica del escritor que un día se levanta iluminado
por las musas y escribe el próximo clásico de la literatura en una noche, está
la realidad, el hecho de que para dedicarse a esto hay que sentarse todos los
días a escribir. Sin constancia no habrá resultados. Algunos días será más
fácil hacerlo que otros, pero siempre valdrá la pena, porque si con un libro
puedes promover un liderazgo positivo, o puedes contarle al mundo el
sufrimiento que padece tu país, víctima de una dictadura, entonces estás
haciendo algo bueno. ¡Nada más imagina que uno de tus versos sirva para que un
hombre le pida matrimonio a su pareja! Dime entonces: ¿No crees que vale la
pena intentarlo?
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