Escribe Sin Miedo

Escribe sin miedo

Las palabras escritas son un medio de comunicación humana que representa un amplio catálogo de emociones, a través de la transcripción de señas y símbolos. En la mayoría de los idiomas, escribir es un complemento similar a un hermano.

Escribir es más que un canal comunicativo. Es una ciencia que exhibe algunas de las herramientas y destrezas construidas por el hombre como animal social. Dentro del sistema del lenguaje, la escritura posee características similares a las de un discurso, como el uso del vocabulario, la gramática y la semántica.

El texto suele ser el resultado final del uso del ser humano de la escritura. La motivación para su realización nace de intereses muy distintos, como pueden ser: contar una historia, vender un producto, llevar un diario de pensamientos y actividades, elaborar un trabajo o reporte laboral o universitario, engatusar a los lectores o hablarle al amor.

Escribir ha sido un instrumento que ha prevalecido a lo largo de la historia humana. Ha resistido conflictos bélicos, epidemias, revoluciones, dictaduras, migraciones y hambrunas. Aunque muchos han tratado de censurarla y restringirla, sus intentos han sido en vano. Al contrario, el lenguaje escrito no ha hecho más que masificarse, tocando cada extracto que componen los distintos niveles de una sociedad.

Así como la globalización emerge y se expande, el desarrollo de la escritura y su alcance sigue creciendo. La exigencia pragmática de intercambiar información, sumado al deseo de experimentar emociones como alegría, miedo o placer al leer un texto, han hecho que el lenguaje escrito siga adquiriendo fuerza, y se continúe adaptando a los fenómenos culturales del siglo XXI.

Cuando quieras escribir, escribe, y no lo hagas con la única intención de convertirte en la próxima celebridad de tu comunidad. Hazlo por el deseo de utilizar una de las mejores invenciones humanas, en pro de aportar valor a tu vida, y la de tus seres queridos. Porque escribir no es únicamente inventar la nueva gran novela del mercado, es aprovechar un sistema que es al mismo tiempo complejo y sencillo de usar, para progresar como profesional, y como ser humano.

Escribe, escribe sin miedo. Deja que tus dedos jueguen con las teclas del computador, o que tus manos se hinchen de tanto apretar el lapicero. Si quieres hacerlo bien, infórmate y aprende sobre las sutilezas que posee la estructura del lenguaje escrito. Aprenderlo no es difícil. Si de verdad quieres instruirte, te tomará poco tiempo. Por lo demás, deja que los textos ideados por otros te atrapen, deja que sus genios te envuelvan. Porque lo escrito por los demás también es nuestro, en el sentido de que nos afectan, ya sea porque nos deja una lección, porque nos estremece el corazón, o porque nos recuerda una vez más que, a través de las palabras, se puede hacer casi cualquier cosa. 

Michael J. Maza